top of page

Marco teórico

Los seres humanos necesitamos del descanso y del sueño para poder vivir nuestra vida plenamente. Estos dos componentes constituyen una parte esencial para el desarrollo normal de nuestras vidas pues gracias a estos nuestro organismo puede recuperar la energía que diariamente consume. Las consecuencias por no dormir bien pueden ser muy variadas: estrés, ansiedad, somnolencia y cansancio durante el día, poca capacidad para concentrarse, lentitud de respuesta, falta de reflejos, etc.


Existe la creencia de que el descanso y el dormir bien no constituye un pilar importante en la vida de las personas, algo totalmente errado. También se suele creer que con una pequeña dosis de sueño y descanso va a ser suficiente. A edades tempranas, el sueño debe durar, como mínimo, 10 horas. En adultos jóvenes, 8 horas. Los adultos mayores, necesitan tan solo de 6 horas para poder descansar plenamente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que un adulto debe dormir entre 7 y 8 horas para mantener un óptimo estado físico, emocional y mental. “Quienes duermen menos de seis horas tienen un mayor riesgo de morir y tan solo después de una noche presentan pérdida de parte del tejido cerebral”.

Tello Rodriguez, T., Varela Pinedo, L., Ortiz Saavedra, P. J., Chávez Jimeno, H., & Revoredo González, C. (2009). Calidad del sueño, somnolencia diurna e higiene del sueño en el Centro del Adulto Mayor Mirones, EsSalud, Lima, Perú.Acta Médica Peruana, 26(1), 22-26.

 

Sarrais, F., & de Castro Manglano, P. (2007). El insomnio. In Anales del sistema sanitario de Navarra (Vol. 30, pp. 121-134). Gobierno de Navarra. Departamento de Salud.

 

bottom of page